"Ardorines sorpresa" son un nuevo producto que se ha lanzado al mercado este fin de semana pasado, y que hace que cuando des la vuelta a una esquina te quedes con la boca abierta. Consiste en que, llegas a casa, con un chupón de hielo en la mano para guardarlo en el congelador como recuerdo, y te encuentras en la puerta con ellos: ¡Sorpresa!. Pese al mal tiempo, pese al mal estado de las carreteras, pese a haberse quedado tirados con el coche por el camino, pese a que llegaron y se encontraron con la puerta en las narices y el móvil apagado, ellos resistieron, esperaron pacientemente y nos dejaron perplejos con su osadía.
La cosa no termina ahí, no, lo más emocionante viene después, cuando recogiendo la cocina, le digo a Ardorina que he comprado harina para hacer pan en la panificadora que me han traido los reyes, y ella, con cara circunstancia total, me manda para el comedor a abrir el regalo que me han dejado los mismos reyes en su casa, diciéndome que voy a tener algo que contar en el blog... y es que estos tres ancianos generosos andan un poco desmemoriados y me dejan los regalos por duplicado. Debo de tener cara de panadera, porque sí, a falta de una, ahora ¡tengo dos panificadoras!.
Lo de tener dos cacharrejos de estos a mi me encanta, aunque los Ardorines se quedaran más blancos que la pared. Para empezar, puedo hacer pan en ambas casas, y eso fue lo que hicimos, reirnos mientras los chicos se metían en el papel y se ponían manos a la obra preparando los ingredientes, siguiendo fielmente las instrucciones. El resultado fue un pan de nueces rico, rico, y muchas risas entre harina y levadura.
Hubo tiempo para todo, para ver una peli, para pasear y hacer nuestro particular muñeco de nieve, para jugar...y es que las horas pasan muy rápidas cuando se está pasando un buen momento. Como diría Risto Mejide, estos dos "productos" son para: "ponga unos Ardorines en su vida y todo cambiará para mejor". ¡Muchas gracias a los dos!.
2 comentarios:
Gracias a vosotros por ser como sois. Esa forma especial de ser es la que hace teneros siempre en cuenta y querer apurar al máximo vuestra compañía y si para ello hay que atravesar un temporal de nieve, pues ale…
Lo de la panificadora, simplemente espectacular. Vaya castaña. Menos mal que sois agradecidos y que lo encajasteis bien. Y luego el pan salio decente para ser al primero, a pesar del ataque que recibió de una “loca” cuchillo en mano al rato de estar cociendo.
El resto del tiempo estuvo muy bien, pero lo mejor la persecución de las ocas, el mini monstruo de hielo (llamarlo muñeco es una ofensa para el resto de muñecos de nieve) y la “pequeña” batalla campal a bolazos por todo el pueblo, hasta que alguien casi se mata resbalando en el hielo y rozando sus posaderas el asfalto.
El pueblo nevado, genial y ver toda la región blanca espectacular.
Ah, de lo mejor “supremo” la cara de Lorena al girar la esquina y vernos. El “¿pero que hacéis aquí? Sonó a que había encontrado el Titanic amarrado a su puerta...
Ardorín: La verdad es que lo de la panificadora fue muy divertido, todo estuvo genial, nos encantó teneros cerquita. Mi resbalón fue por tú culpa que querías jugar a los bolos conmigo, el bolo era yo y la bola la llevabas tú, y caí, ya lo creo que sí.
¿Qué quieres decir con eso de cara suprema?. Ay, ay, Ardorín...besotes!
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